Según la Real Academia Española, un cartel es una lámina de papel u otra materia en que hay inscripciones o figuras y que se exhibe con fines noticieros o de publicidad. Pero a mí eso se me queda muy corto. Un cartel es mucho más, es una forma de expresión que configura una época y que, en muchos casos, puede llegar a ser artística y en otros hasta una auténtica obra de arte. Cincuenta son los años que recorre el museo Picasso, desde 1888 hasta 1938, pasa enseñarnos los inicios y la evolución del cartel, hasta llegar, incluso, a lo que entendemos hoy como tal. Ródchenko, Man Ray, Matisse o mi querido Toulouse-Lautrec son algunos de los autores de esos carteles que de los que podremos disfrutar hasta el próximo 16 de septiembre. Durante esas semanas podremos darnos un paseo por la Europa de principios del siglo XX, una Belle Époque de la que todos tenemos algo que aprender y algo que rescatar: la esperanza por lo que somos y por lo que podemos llegar a ser.