Julieta se asoma todos los días a su balcón muy arreglada, esperando poder ver a su vecino guapo, Romeo. Romeo no se fija en Julieta, porque ésta es demasiado presumida; en cambio presta atención a las pequeñas cosas, como las preciosas margaritas negras alrededor de la casa de Julieta y el cuidado que necesitan. ¿Podrá Julieta pensar un poquito más en los demás para ganar el cariño de Romeo?