Tras sus primeros poemarios, Si la ilusión persiste y En las luces del alba nos llega esta especie de refundición de su poética original, en la cual confluyen buena parte de los versos primigenios. La poesía de Paniagua no renuncia a ciertas resonancias clásicas, al relato de la experiencia y a una altura intelectual que lo emparenta con corrientes de índole filosófica. En sus versos suenan la vida, la cultura y las lecturas a partes iguales, sin descuidar ni por un solo instante la música del verso, la belleza de la expresión y ese tono exclusivo del poeta soberbio que lo ha llevado al encuentro de una voz personal y diferente.