Ramón Gaya y el destino de la pintura estudia la aventura artística de un creador cuya obra tenía una vocación mesiánica,•Afirmar el gran arte del dibujo, la acuarela y la pintura, amenazados, a su modo de ver, por la tiranía de unas vanguardias desalmadas.•Afirmar el destino del Museo como casa del ser de un pueblo.•Afirmar la historia del arte como arquitectura espiritual de nuestra civilización, amenazada por la barbarie de un arte sin raíces ni principios, manipulado por el mercantilismoEn ese marco, el autor compara la obra de Ramón Gaya (Murcia, 1910-Valencia, 2005) con la de otros grandes maestros del arte contemporáneo, de Picasso a Balthus, rastreando las huellas de las escuelas y artistas, con frecuencia proscritos, cuya recuperación quizá sea indispensable para poder rescribir una historia del arte libre de exclusiones cainitas y dogmas doctrinales.