Mil años antes de Cristo, las naves fenicias iniciaron la mayor singladura comercial de la Antigüedad prerromana. El oro, la plata y el marfil figuran entre los productos de lujo de los que se abastecieron en el lejano Occidente, al tiempo que, junto a avances técnicos de orden diverso, difundieron elementos de tan alta cultura como la escritura o el concepto de ciudad. El libro que tiene usted en sus manos aporta una documentación inédita y singular que abre una nueva puerta a la comprensión de las primeras navegaciones fenicias a Occidente, los intereses que las promovieron y lo que de ellas puede reflejar el topónimo fenicio-hebreo Tarsis cuando, referido a la época de Hiram de Tiro y Salomón de Israel, en el siglo X a.C., aparece por primera vez en el versículo bíblico 10,22 del «Libro de los Reyes».