La televisión estrena Milenio con importantes cambios: convergencia multimedia, digitalización de procesos, reelaboración de contenidos, interactividad... El nuevo modelo apuesta por una televisión que sea no sólo fuente de entretenimiento, a través de multitud de canales temáticos, sino un medio que oferte servicios al usuario mediante el establecimiento de una comunicación interactiva permanente en la que el valor añadido protagonice la recepción de las informaciones y condicione la elaboración de las parrillas. El mando a distancia conseguirá relativizar el espacio y el tiempo televisivo de la mano de un espectador que podrá actuar en el proceso con sólo pulsar un botón. La elección por parte del receptor habrá de ser tenida en cuenta por quienes hoy planean el futuro de la televisión en España.