Traducido por Lilia Mosconi. El tema de este libro es la crisis general que aquejó al período moderno temprano de la historia, crisis que no fue sólo política y económica, sino también social e intelectual, y que no se limitó a un solo país sino que se hizo sentir en toda Europa. Según el autor, la crisis que a mediados del siglo XVII se produjo en el gobierno, en la sociedad y en las ideas, tanto en la Europa continental como en Inglaterra, constituye el crisol de los sucesos revolucionarios de ese siglo. A través del estudio de la caza de brujas (un tema que debe enfrentar quienquiera sienta el impulso de poner demasiado énfasis en la modernidad de aquel período), a través de la crítica de la interpretación weberiana de la relación entre calvinismo y capitalismo (si los historiadores sociológicos prodigaran una mirada general al calvinismo y examinaran el capitalismo en general, creo que se verían obligados a modificar esta fórmula apasionante pero simple que Weber formuló), y por medio del retrato de tres extranjeros -Samuel Hartlib, John Dury y Comenio-, tres hombres que por su experiencia y sus ideas pertenecían a esa Internacional europea, y que pasaron a ser los filósofos de la revolución puritana inglesa en su combinación de reacción intelectual y novedosa utopía social, o dedicando un capítulo al estudio de los orígenes religiosos de la Ilustración, Hugh Trevor- Roper descubre nuevos caminos para la comprensión de un momento seminal de la historia de Occidente: el momento en que se sentaron las bases institucionales e intelectuales de la comprensión moderna de la libertad, de la que somos herederos y beneficiarios.
