En los cuentos de Pardo Bazán abundan las mujeres luchadoras, un apoyo de doña Emilia a la mujer trabajadora, que merece ser protagonista de una obra literaria. Hay mujeres sometidas a todos los hombres de su familia (las que son pobres), y mujeres que son dueñas de su destino (ricas, aunque con ayuda masculina). La mayoría sabe lo que quiere y no vacila en emplear los medios más insólitos y hasta salvajes para conseguirlo.