Interesante novela, escrita en formato de cartas, con un bienintencionado ánimo pedagógico que el autor sazona con chispeante sentido del humor. Comienzo haciendo esta afirmación porque es lo más atractivo de la obra. Imagínense ustedes a un padre, próspero empresario, lanzando moralinas y consejos por escrito a su adolescente hijo, y a lo largo de los años hasta la madurez: resultaría poco atrayente. Sin embargo Lorimer, con grandes dosis de ingenio, consigue que el futuro lector se encuentre ante un libro ameno, en el que se dicen verdades como puños, pero con gran sentido común%u2026 y sentido del humor.