Alejandro Guichot y Sierra, con su doble mirada característica de historiador y antropólogo y una metodología propia del positivismo decimonóco, en este libro -que ha conocido varias rediciones y todavía no ha perdido su vigencia-, analiza la historia, leyendas y tradiciones relativas al Convento de Santa María dde los Ángeles de Hornachuelos (Córdoba), que fuera Cabeza de Provincia Franciscana durante mucho tiempo y ente decisivo para entender tanto la espiritualidad de la España Moderna como la de Hispanoamérica, ya que del mismo partirían muchos frailes con destino a la evangelización del Nuevo Mundo. Pero el análisis de Guichot no se queda solo en el estudio de la historia del Convento desde su fundación en 1489 por Fray Juan de la Puebla, II Conde de Belalcázar, sino que también despliega un importante aparato crítico en función del esntendimiento de sus más notables leyendas y tradiciones literarias. Destacaríamos a la mujer penitente o los supuestos milagros en él acaecidos, avanzando sobre otros aspectos históricos decisivos hasta llegar a su asunción por el Duque de Rivas en Don Álvaro o la fuerza del sino, que marca el arranque del Romanticismo literario peninsular, relatando a la par las vicisitudes por las que atravesó el hasta finales del siglo XIX, en que era finca de recreo de los Marqueses de Peñaflor tras la desaparición del cenobio por efecto de la Desa mortización de Mendizábal.
