La Segunda Guerra Mundial ha llegado a su fin y los vencedores ocupan los territorios del extinto Tercer Reich. Alan Ingram Cope viajará por tierras bohemias, realizando varias tareas como colaborador civil del ejército norteamericano, hasta su breve retorno a los Estados Unidos. Allí encontrará un país irreconocible, alejado del recuerdo de un ingenuo joven de 18 años que fue movilizado a una Europa pasto de las llamas, y del que pronto se marchará camino a Francia. El tercer tomo de La guerra de Alan concluye las memorias de Alan Ingram Cope. En sus páginas, Cope confiesa su madurez tardía, su giro confesional y nos obliga a admirar asimismo los grandes lazos de amistad que llegó a establecer en aquel periodo de calma tras la gran tormenta. La búsqueda de un sentido, de respuestas a las preguntas que acuden a sus pensamientos, le llevará a navegar por un mar de incesantes inquietudes y dolorosas pérdidas en el que encontrará en sus amigos y la naturaleza los salvavidas más seguros y fiables a los que poder aferrarse.