En un libro que, a buen seguro, entusiasmará tanto a los amantes del cine como a los espectadores ocasionales, Greg Garrett estudia el tratamiento de cuestiones teológicas en docenas de clásicos –antiguos y nuevos– de Hollywood. Esto le da pie para reflexionar acerca de la repercusión que pueda tener en el futuro del cine y la religión la nueva apertura a la espiritualidad que se aprecia en muchos filmes. Al hilo de largometrajes tan dispares como Qué bello es vivir ( It’s a Wonderful Life , 1946), Campo de sueños ( Field of Dreams , 1989), Aerican Beauty ( American Beauty , 1999) o Pulp Fiction ( Pulp Fiction , 1994), Garrett analiza de qué modo abordan las producciones de Hollywood la existencia de Dios, la naturaleza de la fe, el bien y el mal, la redención y la justicia. Como él mismo escribe, recordando la primera vez que vio Pulp Fiction , las películas pueden tener un profundo efecto espiritual, aun cuando no sea ésa su intención: «Lo único que sabía es que, al salir de la sala, era una persona ligeramente distinta de la que había entrado: algo más esperanzada, algo más abierta a la posibilidad de que tal vez exista Dios (y a la posibilidad de que Él o Ella dirija mi vida) y bastante deseoso de volver a vivir esa clase de experiencia de lo sagrado».
