Los relatos que se presentan en este volumen, Las últimas fumadoras y Grace y Rose, son dos ejemplos muy representativos del estilo claro y preciso de Kay. En ellas se observa la capacidad de la autora para transformar sus creaciones en espacios en los que naturaliza la diferencia étnica o sexual, recurriendo a un inteligente sentido del humor que no menoscaba en absoluto la intensidad de las situaciones presentadas.