Las náuseas y los vómitos son síntomas que aparecen con elevada frecuencia en los enfermos con cáncer, afectando a la gran mayoría de ellos en algún momento de la evolución de su enfermedad. La etiología es muy diversa; pueden estar causados por toxicidad del tratamiento antineoplásico (sobre todo por la quimioterapia, aunque también por la radioterapia), o bien por el propio tumor a través de diferentes síndromes neoplásicos. La emesis inducida por la quimioterapia ha sido y continua siendo uno de los efectos secundarios más temidos por los pacientes que reciben este tratamiento, ocasionando muchas veces una gran repercusión sobre su calidad de vida (1). Además, con cierta frecuencia los vómitos obligan a retrasar, reducir dosis o modificar el esquema de quimioterapia, y pueden incluso inducir al enfermo a abandonar un tratamiento potencialmente curativo. Pueden producir desnutrición, anorexia, deterioro del estado mental y físico, desgarros esofágicos, dehiscencia de alguna herida y alteración del cuidado personal y de la capacidad funcional. En los casos agudos más graves pueden causar serias complicaciones, relacionadas con la deshidratación y con los trastornos electrolíticos. El objetivo de esta monografía es realizar una revisión actualizada del tratamiento antiemético que se utiliza en los enfermos oncológicos. En el primer apartado se ha revisado detenidamente la clasificación, la fisiopatología, los factores de riesgo y el tratamiento de las náuseas y vómitos inducidos por la quimioterapia, analizándose además el riesgo de emetogenicidad de los diferentes esquemas de tratamiento y las recomendaciones terapéuticas en función de las diferentes guías clínicas publicadas. El segundo apartado se ha dedicado al tratamiento de las náuseas y vómitos secundarios a la radioterapia, y, por último, en el tercero se han descrito los diferentes síndromes neoplásicos de pacientes con cáncer avanzado que pueden causar esta sintomatología, así
