Como en las sucesivas etapas en el desarrollo de una hermosa crisálida, los relatos de los Corazones Sagrados nos van llevando del candor de la infancia y las ilusiones de la adolescencia al desengaño de la edad adulta. Como señala el propio autor: Son historias que tratan del amor y la frustración, del crecimiento y el aprendizaje: un tributo a lo que perdemos y ganamos cuando ingresamos en la soledad de los adultos. Relatos, en definitiva, de la pequeña épica con que nos incorporamos a la vida y el desencuentro