Ante el desarrollo de la modernidad, la sociedad ha respondido con el pluralismo y la multiplicidad de movimientos espirituales, que muestran que el hombre vive de creencias y lo espiritual es parte de su naturaleza. Quien no acepta una religión se incorporará a otra o creará su propia creencia alternativa, aunque profese no ser religioso, para tratar de entender los misterios del nacimiento, la muerte y el desafío de la vida. El estudio de la religión no es fácil por numerosas razones. La primera está relacionada con su extensión en un contexto espacio-temporal, que la hace coincidir con la misma historia de la humanidad. A esto hay que añadir la variedad de formas de que se ha revestido la religión al insertarse en cada una de las culturas, con la consiguiente dificultad para conocer a profundidad cada una de esas manifestaciones.