Un hombre que se enfrentó solamente con un pincel a su vida. Un pintor que indagó el abismo de su época. Un genio que nos dejó un retrato insobornable de su tiempo y de sus demonios. A pesar de que nos separan casi dos siglos, Francisco de Goya y Lucientes sigue siendo un artista actual, pues su obra abrió las puertas para que entrara, más tarde, el arte moderno.