Para entender la guerra civil es forzoso prestar una especial atención al desarrollo de los primeros meses del conflicto en la zona republicana. Es el tiempo de la impotencia ybarullo, como lo bautizó Azaña , en el que el socialismo español jugó a su pesar un papel clave en la derrota de las izquierdas. Si ya en su primer libro, El crimen que desató la guerracivil, Alfredo Semprún establecía en su justa medida la responsabilidad histórica del PSOE en el estallido del conflicto, ahora nos revela cómo la torpeza de un partido conenormes dosis de autoestima fue la baza más eficaz con la que contaron los rebeldes. Con un estilo ágil, tributario del reporterismo clásico, Semprún nos acerca los testimonios ydocumentos de aquella época convulsa y brutal que todavía condiciona la vida de España