José Tono Martínez repasa en La venganza del gallego sus cuatro intensos años de trabajo en Argentina, al frente del Instituto de Cooperación Internacional, organismo dependiente del Estado español. A lo largo de las páginas de este libro, el autor manifiesta un reconocimiento agradecido al trato que recibió por parte del público argentino, pero a la vez expresa una crítica corrosiva contra los sectores reaccionarios, tanto de Argentina como de España.