Este libro es el resultado de muchas horas de experiencias, de vivencias, de dedicación. Mi experiencia me lleva a afirmar, por resultados sorprendentes constatados, que, a través de músicas seleccionadas, predominando timbres de saxo y trompeta, prácticamente todas las personas con depresión psicógena, y algunas con depresión endógena, han mejorado palpablemente su estado psíquico emocional. Así lo atestiguan mis vivencias continuadas con personas de todas las edades, afectadas de depresión psicógena, que piden emocionadas continuar con esta medicina maravillosa. Seguramente, algunas terapias musicales aquí reflejadas no incidirán para bien ni para mal en determinados enfermos con depresión endógena, esa gran desconocida. Pero no es menos cierto que otros remedios tradicionales (farmacológicos, psiquiátricos o psicológicos) no terminan de abortar definitivamente la patología, apareciendo ésta con brotes alternantes en el tiempo y la duración. El hecho de combinar estos tratamientos con procedimientos musicoterapéuticos puede ser altamente positivo. La música, por su naturaleza, a la vez física y espiritual, posee una fuerza sublime aún por descubrir en su totalidad. La infinidad de sonidos y timbres albergan en su interior el misterio de ensamblarse instintivamente con infinidad de estados anímicos individuales y colectivos. El sonido puede alegrar, entristecer, recordar lugares, situaciones, crear nostalgias, fomentar el amor, la pasión, la actividad, la relajación. La labor del musicoterapeuta no es otra que buscar el sonido adecuado a la necesidad anímica del individuo y facilitar el encuentro. Muchos enfermos depresivos, si leen este libro, pueden salir de su encerrona y descubrir, mediante la música, alternativas inimaginables, llegando a experimentar las parcelas normales de paz, felicidad y bienestar anímico que nos es posible alcanzar a los seres humanos.