Jordi Fortuny es un ejemplo viviente de ingenio literario. Sus diabluras con la lengua castellana son apreciadas a diario en las páginas de La Vanguardia por una legión de amantes de los cruces verbales entre los que se cuenta, por ejemplo, la gran Ana MarÃa Matute. Ahora Fortuny va más allá. Publica Crucigramas nunca vistos y charadas sabrosonas cocidas a juego lento (Óptima), donde este maestro en el jugar del vocablo se lanza a componer charadas según la rica tradición italiana. Las charadas de Fortuny son de un ingenio deslumbrante, tanto si se ambiciona resolverlas como si sólo quiere uno disfrutar con su lectura. Las soluciones figuran junto al poema, pero en vertical y letra pequeña.