Santos Sanz Villanueva ( El Mundo , 10 de octubre de 1999): Encarna Muchnik un espíritu de otra época, una especie a extinguir en la darwiana lucha que lleva al negocio puro y duro. De todo ello escribe sin pelos en la lengua, juega con una ironía inteligente y, lejos de la hispánica puñalada trapera, en su contundencia no hay hiel. César Vidal ( Época , febrero de 2001): Cuando, finalmente, se concluye el libro lo que persiste es la sensación de haber leído unas páginas rezumantes de vida y vigor en las que, entre otras cosas, se nos ha descrito magníficamente como el buen gusto, la cultura y el talento no se han visto siempre acompañados por el éxito económico aunque sí por la envidia, el desdén y la irritación (...) Mario Muchnik es seguramente el último editor de una grande y genial especie que, lamentablemente, está llamada a extinguirse con él.