Los propios autores -tres médicos de reconocida trayectoria, docentes titulares en la Asociación Médica Homeopática Argentina- hacen la más directa y completa presentación de su libro: ha sido escrito pensando tanto en los pacientes como en el público en general, con absoluto respeto por el ser humano, una totalidad inseparables de cuerpo y espíritu, y a partir del convencimiento de que el asma, como cualquier otra alteración, se debe a un desequilibrio de todo organismo en su función psíquica y somática y de la relación del individuo con el medio ambiente que lo rodea .Con precisas orientaciones, se ayuda al adulto que convive con el niño y a los niños ya mayores, a recopilar minuciosamente los datos que contribuyen para que el profesional médico -y sólo él- prescriba el más correcto medicamento homeopático. Un medicamento que será siempre atóxico, que no acarreará secuela alguna y que, muchas veces, sorprenderá por su rápido efecto.Un rico anecdotario avala la curación de distintos tipos de asma y ratifica que la Homeopatía es un enfoque vitalista y holístico que, después de diagnosticar la enfermedad -valiéndose de los mismos recursos utilizados por la alopatía o medicina oficial - centra su atención en ese ser humano en particular, presente en cada enfermo.El tratamiento homeopático ha sido injustamente vilipendiado. Lo paradójico es que sustenta los mismos principios que Hipócrates -padre de la medicina- enunció hace siglos: considerar que en la unidad mente-cuerpo que es el hombre hay una energía vital capaz de enfermarlo o curarlo, por vía de los opuestos y los similares.Esta obra es imprescindible en cada hogar, haya o no un enfermo asmático, porque ayuda a superar conceptos erróneos y a prevenir la aparición o profundización de un padecimiento más habitual de lo que se supone.
