Un texto de cálculo hoy día debe procurar no sólo desarrollar el manejo algebraico de fórmulas y la resolución de problemas, sino que los estudiantes adquieran técnicas claras de exposición oral en el ámbitos de las matemáticas. No se trata solamente de aprender el lenguaje conciso de las matemáticas, sino también que aprendan a pensar conceptualmente. Este libro aprovecha al máximo los recursos que la tecnología ofrece al aprendizaje de las matemáticas. La parte tecnológica del libro se organiza en ventanas computacionales de Matlab, en las que se indican cómo los sistemas de cálculo pueden ayudar a entender los conceptos. También se incluyen problemas que requieren un sistema de cálculo para su resolución. En la creencia de que los estudiantes aprenden las matemáticas haciéndolas, la característica más importante de un libro de cálculo debe ser los problemas y aplicaciones. En general, hay tres tipos de problemas en este texto: problemas A (rutinarios), problemas B (en los que el estudiante tiene que pensar por sí mismo) y problemas C (teóricos).