Al asomarnos a los numerosos balcones que circundan la ciudad de Cuenca siempre la mirada se despeña: hacia el Huécar y su hoz, hacia el Júcar y la suya. La primera es una continua huerta encajonada allá abajo en la que se dibuja el fino trazo del breve río que, un poco más allá, llevará su hilo de agua al Júcar. Sus calles son cuestas y sinuosidades que nos llevarán a descubrir museos y monumentos, restaurantes, hoteles, sus costumbres...La guía marca un recorrido exhaustivo por la ciudad y ofrece 7 excursiones por la provincia. Se completa con mapas de Cuenca y fotografías en color.