La obra está estructurada en tres partes. En la primera se realiza una contextualización de la novela de Mary Shelley: antecedentes fuentes y ediciones. En la segunda se recorre su argumento para mostrar los elementos de pensamiento que contiene. En la tercera se realizan un conjunto de reflexiones sobre la antrapología subyacente al texto tratatando dos de sus ejes fundamentales: en primer lugar se estudia la identidad personal -la pregunta ¿quién soy yo?- analizada al hilo de la búsqueda de identidad del monstruo; en segundo lugar se estudian las relaciones entre creador y criatura tal y como se presentan en la novela.