El libro que el lector tiene en sus manos es una abreviatura de la tesis doctoral. Esta tiene la friolera de algo más de mil páginas, todas ellas tan prietas de estilo y tan densas de contenido como las presentes. Por ello, aconsejé al nuevo doctor que expurgara lo que le fuera posible y presentara el magro producto de su intenso y excepcional trabajo. El resultado está a la vista, y no me cabe duda de que el lector entendido encontrará en él una estupenda síntesis de las ideas de Llewellyn quien, junto a Roscoe Pound, constituye el punto culminante de lo que se ha dado en llamar el realismo jurídico americano.