Ttrata de la prohibición del amor en el seno de la Iglesia Católica, las vocaciones religiosas impuestas por el hambre, una peregrinación jacobea que ocultaba en realidad un acto de espionaje nazi, la homosexualidad en los seminarios, la evolución personal de sacerdotes hacia posturas de compromiso político, incluso el marxismo, –en una mano la cruz, en la otra la hoz y el martillo- del sacerdote que se descubre enamorado de una mujer en el Patio de las Dueñas, -símbolo de virtud y vicio- de la España de cerrado y sacristía, de la falsa devoción, del arte como única liberación posible. Son los argumentos de El Nacional Seminarismo , una novela profunda en sus contenidos pero que se lee de una sola vez, resultando imposible sustraerse a los acontecimiento de la vida del protagonista, un hombre que creía vivir para Dios y para el arte y que vive encerrado en la estructura jerárquica de la iglesia. Esta novela trata un problema, el de la secularización, que afecta a 4.000 personas en España, que se han reunido en una asociación para denunciar su falta de derechos. La calidad literaria y la profundidad sociológica son los principales valores de esta obra que transcurre en Salamanca, Navarra y León.