Me ha parecido un libro muy interesante, que refleja testimonios casi siempre silenciados, de ambas partes del conflicto. La conclusión que he extraído de él es que no existen pueblos buenos o malos, sino pueblos ignorantes y faciles de manipular. Es un liblo en el queda manifiesta, no sólo la sensibilidad de esas gentes, sino también la de la propia autora.