El joven Robert Osborn es un próspero ranchero de California, felizmente casado con Devon, una mujer guapa y devota. Una noche, Robert sale a buscar a su perro por los alrededores de su casa y no vuelve a saberse de él. Devon Osborn está convencida de que su marido ha muerto, pues la policía encontró restos de sangre en un barracón, y una posible arma del crimen en los aledaños. Pero la madre de Robert, una mujer de voluntad de hierro, está segura de que su hijo sigue con vida y está más que dispuesta a demostrarlo. Ambas mujeres se reúnen en un juzgado de California, decididas a aclarar el misterio del paradero de Robert. La búsqueda de la verdad hará pasar a Devon por una experiencia absolutamente pavorosa. El título de esta novela es un ejemplo de una de las mayores virtudes de Margaret Millar como novelista: su capacidad para reconocer los abismos de la mente humana, que incluso la persona de aspecto más normal puede albergar. Más allá hay monstruos explora e identifica, por un lado, los recovecos monstruosos de la psique humana, pero por otro, y esto es lo que hace de Millar una excepcional escritora, también explora y reconoce los aspectos buenos. Esta cualidad se pone de manifiesto en el comprensivo e imaginativo retrato que la autora hace de los personajes de este libro, adentrándose en lo más hondo de su ser con una empatia y naturalidad insólitas.