Sobre escritura y estilo establece un diálogo con la realidad. Es una crítica feroz al mundo editorial en general y al autor, el responsable último de un libro, en particular; así como a ciertas prácticas estilísticas, con ejemplos, nombres propios y sin eufemismos. El estilo de Schopenhauer no se entretiene en abstracciones, sino que está firmemente ligado a su realidad, por un lado, y a la realidad del texto por otro, rozando la literatura, recreando para el lector de forma casi literaria, buscando provocar una respuesta emocional, lo que hace que a éste le resulte un texto en ocasiones divertido, en ocasiones insolente, arrogante, interesante o sencillamente ilustrativo, pero nunca indiferente.