Durante el siglo XVIII y el primer tercio del XIX la traducción gozó de una efervescencia considerable, las lenguas “vulgares” ya habían sido aceptadas como vehículos de cultura y se habían iniciado las traducciones a estas lenguas. Este fenómeno europeo también afectó a España y en esta obra se analizan en profundidad diferentes aspectos de la traducción y las diversas disciplinas que disfrutarán de esta, el lenguaje utilizado, la presencia de la latinidad y la traducción de la poesía, novela y teatro.