El Reglamento mandado redactar por el rey Carlos III reproduce la normativa para el gobierno de la Península de Californias. Su texto, elaborado por Felipe Neve, militar de la Ilustración, era una guía segura y fiable tanto para el jurista como para el gobernante ya que ofrecía soluciones rápidas a la multitud de problemas que se presentaban en los más remotos lugares y en las situaciones más dispares.