YO SOY Saint Germain. Estoy con ustedes junto a muchos santos de la Iglesia que en edades anteriores hemos dado nuestra vida por causas menores y horas de penitencia y todas formas de auto-aflicción, castigándonos con penitencia por nuestros pecados, cuando de hecho la Divina realidad del Espíritu Santo, estaba descendiendo, y aquello era necesario para la penitencia a escala planetaria. Por lo tanto les invitamos y les damos la bienvenida en la senda de la santidad y les hacemos una llamada para realizar aquello que está contenido en vuestro corazón, el amor por una humanidad que nace como un capullo y ya está casi lista para alcanzar y arrancar la rosa del Cristo del Árbol de la Vida. Nuestros peregrinajes constituyen una demostración para los señores de la vida y los Señores del Karma, de que existen en la tierra corazones verdaderamente fuertes, corazones magnánimos que expresan que pueden sostener la Luz, que quieren sustentar la Luz.