Maradona, nos dio otro cuerpo posible, un rostro, sus rulos. El cuerpoy el color de la villa. Nos dio una lengua, incendiaria. Nos dio unapolítica, siempre la más irreverente. Nos dio un movimiento, la gracia,la astucia, la insolencia. Nos dio la felicidad, la más plebeya. Nosdio el desborde, nos enseñó la lujuria. La quiso para todos, comoal oro del vaticano. Fue el sueño, el de los muchos. Cuando estuvoentre los amos, escupió su mano y volvió al barro. Se dio todo, hastael final. Lo quisieron capitalizar todo, hasta el final. Hasta su cuerpoviejo y roto. Sin resto.Emiliano Sacchi