Una vez que se ve la esencia de la mente, cesa toda distinción.Esta obra quiere ser, además de una exposición de la vida y enseñanza del Dalai Lama, un homenaje a la genuina espiritualidad del Tibet y aquellas de sus gentes que se han visto obligadas a llevar una vida nada fácil en el exilio y a las que, de corazón, deseo la mayor felicidad y el pronto reencuentro con los suyos, y hago patente mi admiración por su capacidad para sobrevivir Y, muy en especial, para custodiar en suelo extranjero sus tradiciones, cultura, artesanía y espiritualidad.Creo que hay un tesoro que merece ser conocido en las tres vertientes budistas y en este sentido no sólo soy conciliador, sino que cuando escucho a cualquier erudito o monje hablar de cualquiera de estas vertientes con menosprecio para avalar y resaltar la suya propia, entiendo que esa postura en nada favorecela auténtica espiritualidad, que debe siempre basarse en el respeto y la tolerancia