Hoy, en Occidente, vemos que la política esta desprestigiada, porque los gobernantes han convertido sus cargos en poltronas donde a como dar se, es decir, han negado lo fundamental de un buen gobernante, que es la inseguridad, la aventura y la continua critica de todos los esquemas. Y esto es lo que ofrece el taoísmo: unos principios críticos con los que negar y cuestionar nuestros esquemas mentales, que, por su propia naturaleza, siempre tienden al dogmatismo y a absolutizarse. En este libro se intenta presentar, precisamente, una visión bastante completa de estos principios turistas y de cómo se aplican a la vida, sobre todo al arte de gobernar.