Este libro inaugura uno de los ciclos literarios más originales e intensos de los desarrollados entre finales del siglo XX y lo que va del XXI: la obra inclasificable de Roberto Calasso. Y no gira en torno a la imaginación o la inventiva de un escritor que construye un mundo propio: gira, en cambio, en torno del origen de nuestra cultura: la mitología de la Grecia antigua, densa en relatos apasionantes, de la que todos los demás relatos son un fruto tardío. Pero el auge del cristianismo, que quiere enterrar la cultura pagana, y, sobre todo, el devenir racionalista de nuestra cultura han preferido olvidarlos. Calasso, en cambio, cree que esas historias siguen vivas, y que hay que volver a contarlas, aunque los modernos las crean obsoletas y sin valor. ¿Cómo hacerlo? Renunciando al discurso erudito; entretejiendo, a partir de esas fuentes, un modo nuevo, fresco y envolvente, de decir esas historias. Lo impresionante, en Calasso, no es solo su capacidad de nadar a contracorriente sino su talento para que ese mundo aparezca vivo, lleno de colorido, presente y actual. Pero ¿cómo había comenzado todo?, se pregunta Calasso en este libro. A treinta años de distancia de su primera edición, sabemos la respuesta: todo comenzó con Las bodas de Cadmo y Harmonía.