Este libro representa la materialización de una investigación novedosa e inédita en el ámbito de la arqueología canaria, donde el autor recurre a la tradición historiográfica y a la arqueología para analizar, sincrónica y diacrónicamente, las teorías que se han vertido sobre el primitivo poblamiento de Canarias entre 1342 y 1969. En la obra se presta especial atención a los contextos socio-históricos en los que se desarrollaron las distintas teorías poblacionales, y se concibe la arqueología como una disciplina integrada en un marco histórico global, y por lo tanto, inseparable de los estudios económicos, políticos y culturales de cada época. El resultado de este enfoque es un cuadro totalmente novedoso en el que se explica el porqué de las cambiantes identidades culturales y raciales de los indígenas canarios y el porqué de la génesis y la vigencia de determinados modelos de poblamiento de las Islas.