Dice un antiguo proverbio que ?la medida de amar es amar si medida?. Hoy, a lo ancho del mundo, ese amor no deja de manifestarse, en la entrega de tantas y tantas personas que se atreven a acercarse al dolor, que escuchan las llamadas de la fraternidad, que se dejan alcanzar por un sentimiento tan humano como es el de mirar al otro y hermanarse con él. Vida humana, vidas humanas en riesgo, en situaciones de exclusión, de guerra, de exterminio... Y también esa otra vida, la que nos sostiene, una naturaleza generosa contra la que hemos emprendido una batalla que, finalmente, se está volviendo contra nosotros.