La obra de Daniel Canogar hace tiempo que gira entorno a la inmersión y el realismo, imágenes corporales y sensaciones, luz instrumentalizada para revelar ficciones y rastros de materia visual. Su uso congruente de la fotografía subvierte y trasciende las simples cuestiones de realismo fotográfico, a través de un juego de escalas variables, pseudorepeticiones obsesivas y desconcertantes procedimientos y superficies de proyección. Departure, pulse of darkness y leap of faith son las tres piezas que integran la obra de gravedad cero, que constituye a la vez una trayectoria diseñada para desestabilizar los hábitos perceptivos y visuales y un conjunto de instalaciones complementarias.