Abderramán III (891-961) fue el octavo emir independiente y primer califa omeya de Córdoba. Vivió setenta años y reinó cincuenta. Fundó la fastuosa ciudad palatina de Madinat al-Zahra? (Medina Azahara), de la que hizo su residencia hasta su muerte, y condujo el emirato cordobés al esplendor califal. Bajo su mandato, Córdoba se convirtió en un verdadero faro de la civilización y la cultura, rivalizando a lo largo de un siglo con Bagdad y Constantinopla en poder, prestigio, esplendor y cultura. Una trayectoria de grandes logros en la que, no obstante, el califa hubo de luchar permanentemente en defensa de la legitimidad del califato, dentro y fuera de los límites de al-Andalus. Maribel Fierro, una de las máximas especialistas en la figura y la época de Abderramán III, reconstruye el perfil del monarca con especial atención a dos episodios decisivos en su mandato: la adopción del título califal (en el año 929) y los antecedentes y las consecuencias de la derrota de Simancas (en 939). Ambos hechos vertebran un singular y documentado retrato, sobre el trasfondo de una época crucial de nuestra historia narrada con todo rigor.
