Este escrito es una fuente fundamental para el conocimiento del devenir histórico de uno de aquellos pueblos germánicos protagonistas de la Europa de las invasiones, el longobardo. Pero además la obra constituye por si misma uno de los principales monumentos de la literatura latina medieval, y no sólo por la maestría narrativa del autor o su sabia combinación de elementos históricos, legendarios y poéticos, sino también por la considerable pureza y elegancia de su lengua, considerada un modelo para el latín medieval.