Publicada en siete partes entre 1913 y 1927, En busca del tiempo perdido se considera una de las obras capitales de la literatura contemporánea. En este sexto tomo, publicado en 1925, se desplaza parte de la acción de París a Venecia, donde se refugia el protagonista para tratar de olvidar a Albertine, muerta inesperadamente. La traducción, realizada por la escritora argentina Estela Canto, que trabajó largos años en este texto con paciencia, rigor y un profundo conocimiento de los idiomas francés y español, refleja con precisión el exquisito estilo de Proust y su inimitable creatividad con el lenguaje.