??Todo sucede por primera vez, pero de un modo eterno / el que lee mis palabras está inventándolas? - escribió Borges. Y es que el laberinto que construye Borges está hecho de memoria y olvido; somos el último y el primer hombre al mismo tiempo, huella de un pasado que no deja sin embargo de ser presente. (...) Norma Garza , lectora inédita de las palabras de Borges, se interna en ese, no por conocido menos desestabilizador laberinto borgeano, para poner al descubierto al hombre-enigma, a un minotauro desprovisto de monstruosidad, cuya única deformidad, como todos quienes habitamos esta tierra, radica en su soledad, en el eterno acoso de la sordera, en la imposibilidad, finalmente, de dialogar.?