Joaquín Lera , artista polifacético, nos brinda con La fragilidad de los espejos una obra llena de ese encanto polifónico que, como músico, tan bien sabe imprimir a sus poemas. El texto es evidente, pero el ritmo y la musicalidad son interiores. El poemario está dividido en varios capítulos o secciones, todos de temática muy variada aunque con el leit motiv de los espejos. Espejos que dan y espejos que toman, espejos en los que se aprende y espejos que hay que doblegar para que no distorsionen esa ficción que llamamos realidad. Espejos sumergidos en los renglones del tiempo y la espuma de los días, espejos ficticios que muestran verdades y mentiras, puertas que se abren y vuelven mágicos los espejos, sin principio ni fin, en el orden natural y frágil del devenir de las cosas.