Sinfonía de amores y barbaries es un progresivo encuentro entre dos hombres que, al parecer, todo separa. Es así que de una mera relación laboral van pasando -en charlas de cantina, bares y restaurantes- a otra cosa. Para uno, el omnipresente recuerdo de una esposa muerta y los desafíos cotidianos que la difícil relación con una hija excesivamente antisocial le requieren, son el motor de sus días. El otro -hombre sencillo y servicial, empleado modelo si los hay- dedica su vida al trabajo olvidando así las horas muertas que lo esperan inexorablemente cada atardecer al regresar a su hogar, donde otra realidad lo acecha. Charla tras charla, confesión contra confesión, capa sobre capa se va formando entonces una sinfonía de amores y barbaries. Sinfonía de amores y barbaries es la tercera novela de la saga meseteña. Meseta Bergara, el otrora pueblo convertido hoy en ciudad de un indefinido país de habla hispana donde transcurren sus novelas, le ha servido al autor como escenario imaginario del que sus personajes vienen o hacia donde se dirigen. Ingrid Bermúdez, solitaria y osada joven que rompiera con las reglas impuestas por la sociedad meseteña, allá lejos y hace tiempo, se ha vuelto un faro para las nuevas generaciones que sólo piensan en emigrar y seguir su ejemplo.