Esta obra viene a expresar el sentimiento del hombre que comienza a nacer al amor, sentimiento que se ve arropado por la naturaleza: la sierra segoviano-madrileña. Temas colaterales son: la Eternidad, la Verdad, Dios y la Muerte como búsqueda de lo trascendente. El poeta comienza con poemas cortos -cuatro versos- como pidiendo permiso en el mundo de la poesía y como una exhalación de su propia intimidad. En Otros poemas -segunda parte del libro- el poeta se emancipa de cualquier influencia y se manifiesta tal como es o como las circunstancias de la vida le obligan a ser. Gana en profundidad y temática, y aunque nuevamente predomina el tema del amor, se manifiestan el dolor físico y espiritual y la negación de un Dios: «Ahora mi meta es creer, creer en un panteísmo», aunque en el fondo acepta un más allá en el poema Madre: «Si mi cáncer me lleva a la otra orilla,/antes de que tú te mueras,/yo te estaré esperando por el camino incierto/y te conduciré a un lugar seguro». Sin duda estos poemas pueden producir ante el lector un efecto de catarsis o purificación, y quizá pueda comprender que siempre hay alguien que sufre más que uno mismo.
