Sombras de otoño , seleccionada entre las doce finalistas en los Premios Planeta 2002, la antítesis de su obra anterior, una historia en la que no queda lugar para la fantasía, una historia para reflexionar acerca de la vida, de los sueños, de las emociones, de los sentimientos y de cómo el destino, caprichoso, puede gobernarlo todo por encima de nuestra voluntad.