Esta obra nada tiene que ver con los diccionarios de sueños al uso, donde los significados suelen ser únicos para cada imagen onírica, y en los que no se tiene en cuenta (en el caso de los oniremas) lo que sucede con las palabras de un vocabulario, las cuales reciben su significado al contextualizarse y asociarse con otras palabras, nunca desde sí mismas o desde su propia grafía.